El primer documento histórico en el que aparece la Finca Cortijo de Bular Bajo data del 25 de septiembre del año 1491, cuando Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, otorgaron a D. Diego Fernández de Iranzo, Comendador de Montizón, Alcaide de Iznalloz y hermano uterino de Miguel Lucas de Iranzo, quinto condestable de Castilla, mercedes reales territoriales con el objetivo de repoblar los Montes de Granada, en las que se encontraba la actual Finca Cortijo de Búlar Bajo. Después de siglos de historia, las actuales edificaciones de la finca se conservan desde el año 1.888, cuando se llevaron a cabo la construcción de la casona principal, la casa de los guardeses, la zona de caballerizas y el jardín principal, modelo de la quinta burguesía periurbana. No fue hasta la década de 1920 cuando se realizó la instalación del molino, la antigua Almazara Virgen del Carmen, hoy El Molino de Búlar. Siendo una de las seis primeras almazaras privadas de toda la provincia de Granada con más de 100 años de historia, fue pionera en cuanto a la aplicación de la ingeniería industrial al mundo del olivar se refiere. Tras sus muros de piedra encierra una nave que alojaba el trujal, con dos prensas hidráulicas y un molino de muelas troncocónicas, el clarificador y la bodega, junto a dependencias para oficinas y un pequeño laboratorio. Hoy, queremos compartir este pequeño tesoro con vosotros.